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La historia de nuestra Casa Rural

Un Legado centenario
en Casa Rural El Baluarte

La casa rural El Baluarte nace de una cuidada renovación efectuada sobre una vivienda que cuenta con una apasionante historia centenaria, en la que conviven personajes de la alta nobleza junto a nuestros más insignes literatos del Siglo de Oro.

Los orígenes de este inmueble hay que situarlos en el siglo XV en unas «casas principales», según la denominación de la época, alzadas donde antes hubo una fortaleza.

Entre los siglos XVI y XVIII, el solar adquiere su carácter palaciego, pues –sobre parte del terreno donde la vivienda se encuentra– se hallaba construido un magnífico palacio propiedad de los Ribadeneira, familia noble, cuyos miembros obstentaron el título de Mariscales de Castilla.

Los Ribadeneira hicieron de esta vivienda un lugar de residencia habitual, pasando en ella largas temporadas. Especial relevancia literaria tiene para el inmueble el siglo XVI, pues sus estancias fueron testigos de la presencia de dos genios de nuestra Literatura: Garcilaso de la Vega, quien suspiraba de amor por una bella dama que aquí vivía; y Lope de Vega, que en esta casa entró al servicio de un personaje de la alta nobleza. Veámoslo:

Habitaba este palacio D. Fernando de Ribadeneira, IV mariscal de Castilla, junto al resto de sus familiares, entre quienes se encontraba su hermana Guiomar Carrillo, que fue la dama con quien vivió un apasionado romance Garcilaso de la Vega. El joven poeta acudiría –en no pocas ocasiones– a esta casa a encontrarse con ella. De ese romance Guiomar engendró y dio a luz al hijo primogénito del poeta, como ella misma declarara en una escritura otorgada en esta casa. La Guerra de las Comunidades acabó con el amor de los jóvenes, tomando la vida de cada uno de ellos rumbos diferentes. Garcilaso siempre recordará ese amor y lo dejó inmortalizado en los versos que, en la Égloga I, dedica a una pastora de nombre Galatea.

Décadas más tarde, es Lope de Vega, nuestro gran dramaturgo, quien vincula su vida a este lugar. En el año 1591, D. Antonio Álvarez de Toledo, V duque de Alba, se encontraba recluido en esta casa, por orden de Felipe II. Y fue durante la estancia de Alba en Novés cuando un joven Lope, desterrado de la Corte por unos libelos difamatorios, llamó a las puertas de este palacio, para entrar al servicio del joven duque. Y con él partirá, formando parte de su séquito, rumbo a Alba de Tormes.

En los siglos siguientes las casas palacio que están donde el Baluarte continuaron siendo habitadas por los Mariscales de Castilla, hasta que fueron vendidas, en el siglo XIX, por los herederos de la última mariscala de Castilla a diferentes propietarios. Un próspero matrimonio de novesanos, los Benayas-Guerrero, adquirió una parte de la propiedad, sobre la cual, y con algunos materiales del antiguo palacio, edificaron la nueva vivienda y aprovecharon el subsuelo para utilizarlo como bodega.

El inmueble, tras su paso por diferentes propietarios y ser destinado a diversos usos, llega a sus actuales propietarios, quienes conscientes de su valor histórico y etnográfico, deciden dedicarla a casa rural, tras unas esmeradísimas restauración y rehabilitación.